Asistimos
a una época de revolución tecnológica de grandes avances en la técnica y
de logros antes solo posibles en sueños; podemos ir a la luna o hacer
posible la clonación, pero todo este crecimiento a nivel científico y
tecnológico se contrasta con el pobre crecimiento humano a nivel
espiritual y moral.
Una
de las manifestaciones de esta indigencia es la violencia, la cual se
presenta con más fuerza en la actualidad en los jóvenes, por lo cual se
nos hace válido preguntarnos el por qué de la violencia juvenil. Buscar
una respuesta a nuestra interrogante es indagar en una gran serie de
respuestas; las cuales podríamos resumirlas en que los delitos violentos
realizados por jóvenes y especialmente por adolescentes se debe a la
confluencia de factores psicológicos, familiares, económicos y
socioculturales de esta época.
La
violencia no es solamente un determinado tipo de acto, sino también una
determinada potencialidad. No se refiere solo a una forma de “hacer”,
sino también de “no hacer”.
Una
forma de identificar un acto violento es reconocer que la violencia es
una forma perversa o maligna de agresividad, que ejerce un individuo
contra otro de su misma especie y que se caracteriza por su carencia de
justificación, tendencia ofensiva, ilegitimidad y/o ilegalidad.
La
adolescencia es una etapa de formación de la identidad y en la lucha
por moldear su personalidad, el adolescente se expone a la angustia que
le causa obtener su independencia y definir sus aspiraciones a desarrollarse
como persona adulta, provocada por tener que desenvolverse en un medio
que no conoce ni domina, y el que muchas veces considera como
amenazador. Una mala transición de la adolescencia a la adultez puede
traer como consecuencia una desadaptación social expresable muchas veces
a través de la violencia.
Además en la adolescencia es importante que se superen dos transiciones, una en lo moral en donde el adolescente asuma
la responsabilidad por el control de su conducta conformándose las
costumbres, normas y reglas de la sociedad. Y otra en lo social donde su
conducta se conforme según las normas aprobadas por el grupo.
Desafortunadamente,
algunos adolescentes no logran asumir esa responsabilidad por el
control de su conducta moral, ni un aprendizaje conforme a las normas,
hábitos y costumbres del grupo (socialización).
Esto
trae como consecuencia adolescentes agrupados en pandillas llevando a
cabo actos donde se ejerce la violencia, se cometen fechorías
constantemente y, aun peor, realizando actos ilícitos llegando, en
algunos casos, a convertirse en adolescentes delincuentes.
Ahora
cuando asociamos simplificadamente los jóvenes con la violencia, vemos a
estos como futuros adultos delincuentes. Los cuales son así, por tener
padres que los descuidaron, que son violentos; y por ende que “la
violencia engendra más violencia” es importante reflexionar acerca de
que, la opción delictiva no aparece de golpe en la vida de un chico ni
se transmite en los genes. Las estadísticas demuestran que antes hubo
una vida plagada de abandonos, maltratos y carencias. Hubo también en
general una familia marcada por la pobreza, la violencia y la
marginalidad. Se produjo un contacto temprano con el mundo de la calle y
una falta absoluta de espacios sociales de inclusión (llámese barrio,
escuela, club, parroquia, etc.), no hubo instituciones que pudieran
contenerlo.
Hay
además un desacople entre los discursos de lo que un joven debe ser (se
idolatra la juventud como el mejor momento, la plenitud, el cuerpo
joven, etc.) y lo real, que no coincide con estos, o simplemente no le
dan la posibilidad de efectivizarlo. Esto es un componente muy
importante que forma parte de la violencia simbólica.
Muchas
veces esta violencia simbólica que se ejerce sobre los jóvenes por
parte de la misma sociedad, genera la violencia física de estos.
Situaciones
como la fragmentación de una familia debido a la ausencia de trabajo,
de alimento y de cualquier tipo de contención son formas de violencia
social que afecta a los jóvenes. La falta de empleo crea en los jóvenes
frustración al no poder conseguir los medios necesarios para su
independizacion del seno familiar tan importante en su formación como
adulto.
Están
también la influencia de los medios de comunicación como incentivadores
de la violencia. En el mundo, una hora de televisión contiene como promedio de cinco a diez escenas violentas, presentadas en su mayoría como agradables y buenas.
Existen
además juegos que directamente afectan derechos personales del ser
humano, como el derecho a la vida, propagados masivamente en Internet o
distribuidos por grandes tiendas de videojuegos; y si recordamos que el
ser humano aprende a través de los juegos nos podemos dar cuenta del
daño que realizan estos juegos en los adolescentes al crear respuestas
condicionadas fijas en su subconsciente, nos bastaría mencionar solo
algunos casos sucedidos en los Estados Unidos para darnos cuenta del
terrible impacto de estos en los jóvenes.
Podemos concluir que las causas de la violencia juvenil son múltiples, pudiendo resaltar las siguientes:
Ø el abandono, el maltrato y la violencia en el seno familiar (familias disfuncionales), como la más importante.
Ø La falta de espacios sociales de inclusión (como el colegio, parroquia, etc.)
Ø La pobreza y falta de empleo
Aqi podemos observar algunas imagenes sobre violencia en la adolescencia:
Las chicas estan muy expuestas a la violencia, en los 3 ultimos años se detectaron mas de 10.000 accidentes por violencia entre mujeres |
Entre niños pasa mucho la violencia, un muy buen ejemplo es que se ponen a jugar a "Las peleas" y terminan en graves accidentes |
Utilizan armas como cullitos, vidrios, o distintos objetos filosos porque los mismos dijieron que se querian "protejer". |
En la mayoria de los casos lse atacan en grupos de patota, asi su "amigos" no sale erido si no que la persona a la que estan golpeando tenga mas daño. |
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