Hable con su hijo: Hablar con sus hijos acerca de sus preocupaciones e inquietudes es el primer paso para ayudarles a sentirse seguros y comenzar a afrontar los sucesos que ocurren a su alrededor. De lo que hablen y de cómo usted lo diga dependerá de la edad de sus hijos, pero todos necesitan saber que los está escuchando.
- Encuentre el momento en que están dispuestos a hablar: como por ejemplo cuando van en el automóvil, antes de la cena, o a la hora de irse a dormir.
- Comience la conversación, hágales saber que está interesado en lo que les está pasando y cómo están manejando la información que reciben.
- Escuche lo que piensan, sus puntos de vista y ¡no los interrumpa!, déjelos expresar sus ideas y opiniones antes de responder.
- Exprese sus ideas y opiniones sin desestimar la de ellos, reconozca que está bien no estar de acuerdo.
- Recuérdeles que usted está allí para darles seguridad, apoyo y bienestar. Deles un abrazo.
Cuídese: Cuídese para que pueda cuidar de sus hijos. Sea un modelo para sus hijos sobre cómo manejar estos eventos traumáticos. Mantenga horarios regulares para actividades tales como comer en familia y hacer ejercicio y así ayudará a recuperar un sentido de seguridad y normalidad.
Estos consejos y estrategias le pueden ayudar a guiar a sus hijos en momentos de crisis. Si se siente estancado o abrumado, puede considerar hablar con alguien que pueda ayudarle. Un profesional de la salud mental autorizado para ejercer, como un psicólogo, puede ayudarlo a desarrollar una estrategia adecuada para seguir adelante. Es importante obtener ayuda profesional si siente que no es capaz de funcionar o llevar a cabo actividades básicas de la vida diaria.